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churro
story.
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churro
story.
ESP.
Churro: m. coloq. chapuza (‖ trabajo mal hecho).
Sin.: chapuza, chapucería, chambonada, chanfla.
Así define la RAE a una tarea que requiere poco esmero en su elaboración, esa en la que el sujeto no pone excesivo interés. Hacer cosas como churros es sinónimo de producir algo en masa y que podría realizar cualquiera. A veces vemos cómo el arte, la fotografía, el diseño y la ilustración se transforman en auténticas churrerías creadas para satisfacer las demandas de un público que pretende algo rápido, barato y fácil. Comida rápida.
De ahí que este manifiesto sea un reconocimiento a todos los profesionales del mundo del diseño, tantas veces infravalorados. Y también una defensa a nuestra profesión, que es nuestra pasión. La urgencia (mucha), el presupuesto (escaso) y el segundo plano (tan habitual) que se le otorga a nuestro trabajo hacen que cualquiera se sienta capaz de ejecutarlo. Como pasa con los churros, así es. Pero no olvidemos que el churro gusta mucho, muchísimo, si está bien hecho. Un churro es fantasía, puede saber a gloria y transportarte directamente a un estado de felicidad plena. No todo lo que cuesta mucho es lo mejor, pero sí importan la mano del cocinero, el maestro churrero y la churrería. Imagina: si metemos a los mejores chefs en una cocina y les pedimos solo churros seguro que serán churros sublimes, superiores a otros inventos gastronómicos. Por algo “mojar el churro” es sinónimo de éxito, ¿no?
Distintos caminos nos han unido a seis diseñadores y un fotógrafo para crear juntos la primera exposición alrededor del origen de nuestro nombre, La Churrería. Una elección irónica y muy pensada que redunda en lo que pretende transmitir este manifiesto: la experiencia y pasión que volcamos en nuestros proyectos para que cada encargo se convierta en el mejor churro que hayas probado en tu vida. Y esto solo se consigue dando el 100%, dedicándole tiempo, esfuerzo, respeto y amor por lo que hacemos. El mismo que hemos querido transmitir en esta muestra.
Churrería y compañía.
ENG.
Churro: colloq. m. botch (‖ poorly done work).
Syn.: botch, sloppiness, shoddiness, slipshod workmanship.
This is how the RAE (Royal Spanish Academy) defines a task that requires little care in its elaboration, one in which the person does not put too much interest. Doing things «like churros» is synonymous with producing something in bulk that anyone could do. Sometimes we see how art, photography, design, and illustration become true ‘churrerías’ created to meet the demands of an audience that wants something quick, cheap, and easy. Fast food.
Hence, this manifesto is a recognition of all professionals in the world of design, often undervalued. It’s also a defense of our profession, which is our passion. The urgency (a lot), the budget (limited), and the secondary role (so common) given to our work make anyone feel capable of executing it. Just like with churros, that’s how it is. But let’s not forget that a well-made churro is very, very much liked. A churro is fantasy; it can taste glorious and transport you directly to a state of complete happiness. Not everything that costs a lot is the best, but the hand of the cook, the master churro maker, and the churrería do matter. Imagine: if we put the best chefs in a kitchen and only asked them to make churros, they would surely be sublime churros, superior to other gastronomic inventions. That’s why «mojar el churro» (dipping the churro) is synonymous with success, right?
Different paths have brought together six designers and one photographer to create together the first exhibition around the origin of our name, La Churrería. An ironic and carefully considered choice that reflects what this manifesto aims to convey: the experience and passion we pour into our projects so that each commission becomes the best churro you’ve ever tasted. And this is only achieved by full investment, dedicating time, effort, respect, and love for what we do. The same that we wanted to convey in this exhibition.
Churrería and company.